No todo marcha bien en la iglesia profesante. Hay doctrinas y gente peligrosas por todas partes, y el pueblo de Dios necesita estar alerta. La iglesia cristiana sufre debido a una falsa perspectiva de la separación y una falsa noción de la cooperación. Con demasiada frecuencia, estamos ayudando al enemigo y perjudicando a los hermanos por actitudes y acciones contrarias a la Palabra de Dios. Pedro, Juan y Judas pueden ayudarnos a discernir y a detectar a los falsificadores que secretamente
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